«Heading for empty and bleak with flashes of rage”, así define el guitarrista Andrew Craighan al décimo álbum de su grupo, el cual podremos disfrutar a partir del 23 de Marzo.

Yo no podría haber elegido una mejor definición. Para ello vamos a remontarnos a qué significa doom. Doom es la expresión más visceral de los sentimientos más profundos del ser humano, es depresión, apatía, melancolía, atmósferas asfixiantes y tenebrosas… para ello My Dying Bride se ayudan de esos riffs graves y ritmos pesados tan característicos del género, pero por otra parte el odio también tiene cabida y por ello My Dying Bride quieren manifestar la rabia y agresividad… como podemos apreciar en “A Chapter in Loathing”, que no puede hacerlo mejor al dejar de lado el romanticismo para ser el tema death doom del álbum. Al escuchar este disco algunos encontrarán que las atmósferas son una vuelta a “The Angel and the Dark River” y eso es un buen síntoma.

Tanto si os gusta el material antiguo como el nuevo tened por seguro que este disco os enganchará. Seguirá la misma línea que sus tres últimos discos, pero tendrá algo sustancial del cual tanto hemos lamentado su ausencia tras “Like gods of the sun” (¿quién ha olvidado a Martin Powell?). Su abandono acarreó grandes carencias, desde la pérdida de un músico brillante y todo lo que conllevó en las siguientes composiciones hasta prescindir del violín. Katie Stone se ha incorporado en el grupo para sustituir a Sarah Stanton al teclado y afortunadamente lo ha reintroducido.

Pocos instrumentos pueden recrear la melancolía como lo hace el violín. My Dying Bride han tenido un gran acierto a la hora de incluirlo en su nueva creación. Ahora los temas son mucho más ricos en matices y tras escuchar “Bring me victory “ o “The Lies I sire” me sería imposible concebirlos sin él, que sumándolo a la voz de Aaron ha contribuido a hacer unos temas escalofriantes y con mucho más feeling.

Aaron ha reducido considerablemente los guturales limitando su aparición a algunos fragmentos o temas, algo que yo al menos agradezco porque se ve a la legua que donde realmente está cómodo y posee más dominio es en la voz limpia.

En conclusión, My Dying Bride no sólo siguen al pie del cañón sino que cada día se superan más. Alejados del death doom inicial que los lanzó a consagrarse merecidamente como uno de los pioneros y referentes a la hora de escuchar este género, han conseguido un sonido propio, con sentimiento e inimitable, algo que sólo las bandas que saben evolucionar y madurar sin caer en la repetición logran.

Esther Villardón

Temas:
1. Fall With Me
2. My Body, A Funeral
3. The Lies I Sire
4. Bring Me Victory
5. Echoes From A Hollow Soul
6. ShadowHaunt
7. Santuario Di Sangue
8. A Chapter in Loathing
9. Death Triumphant