En los tiempos que corren, el ser un buen instrumentista está al alcance de cualquiera siempre que se tenga constancia y tesón. Ahora, destacar como compositor es mucho más complicado pues se necesita algo más que buena técnica y experiencia.

Marc Rizzo se ha ganado a pulso y por méritos propios ambos apelativos aunque por desgracia “The ultimate devotion” no sea un buen ejemplo para explicar el por qué de su éxito.

Tras un muy destacable “Colossal miopía”, Rizzo vuelve con su segunda apuesta íntegramente instrumental en donde el batiburrillo de riffs, cambios de ritmo sin sentido y solos desquiciantes llega a agobiar.

Nuevamente, Marc mezcla la música latina con riffs despiadados y pesados pero sin la gracia de antaño. Poderosos fraseos que se empecinan más en demostrar la perfecta técnica de Rizzo que a transmitir algo de sentimiento se entremezclan con, esta vez sí, cuidadas pinceladas latinas elaboradas con elegancia y buen gusto pero que en conjunto no terminan de cuajar.

Destacar algún tema resulta complicado pues todos siguen más o menos la misma dinámica y, a fuerza de ser sinceros, ninguno destaca por nada en especial aunque sí se agradece el contraste que ofrecen cortes como las dulces y tranquilas “angelina’s song” o “trentinarra” frente a bombas sonoras como “The ultimate devotion” o la cantada “All for nothing”

Quien quiera descubrir la faceta más intimista y sorprendente de Rizzo lo tiene fácil, le bastará con recurrir a su predecesor “Colossal Miopía” dejando de lado este mediocre “The ultimate devotion”.

Alberto Bravo Sánchez

Temas: The ultimate devotion / Ascensión / Sinceramente / The riddle of the steel / Skankin to the shred / mamacita / trentinarra / angelica’s song / live and learned / all for nothing