Este proyecto comenzó en Adelaida (Australia) en 1988, recorriendo hasta hoy un largo camino. La idea partió de Lee Smith, un guitarrista local obsesionado con Pink Floyd, que necesitaba aumentar su banda. Y lo hizo con el batería Grant Ross y el bajista Trevor Turton. Lee Smith es un auténtico “friki” de Pink Floyd ya que posee una extensa colección de grabaciones piratas.

Tras esto, colocó un anuncio en la tienda Allan’s Music, buscando vocalista y teclista para tocar versiones de Pink Floyd. Steve Mac y Jason Sawford vieron el anuncio y se apuntaron al proyecto. A partir de ahí practicaron y reprodujeron los sonidos necesarios para interpretar a Pink Floyd, convirtiéndose en uno de los aspectos más importantes de la banda. Su primer show en vivo lo realizaron ante un grupo selecto de familiares y amigos, entre ellos, Richard Guest y Greg ‘Bear’ Sutton, quienes pasaron a formar parte del equipo de gira de la banda.

En aquel momento, denominaron a la banda con el nombre de «Think Floyd» y comenzadrona dar conciertos y, aunque la reacción fue positiva, parecía difícil encontrar una audiencia regular, por lo que la actividad se fue reduciendo, hasta que en 1992 se replantearon el proyecto con el fin de dar un paso más ambicioso.

Peter Whitely reemplazó a Trevor Turton al bajo y la banda buscó darle más valor añadido al espectáculo. Para ello, usaron un sistema de sonido cuadrafónico que terminaron por incorporar a los directos. Con estos avances la banda volvió a la normalidad y pronto tuvo su primera gran oportunidad. Durante un viaje al Reino Unido para visitar a su familia, Steve Mac se puso en contacto con los editores de la revista “Brain Damage”, el fanzine más importante de Pink Floyd en aquel momento. Glenn Povey, el propietario de la revista, estaba planeando una convención de fans de Pink Floyd en Wembley en agosto de 1993 y decidió que ‘Think Floyd’ debería actuar.

Con el fin de recaudar dinero para el viaje desde Australia, la banda comenzó a actuar de forma intensa en su país, acumulando muchos kilómetros pero perfeccionando cada vez más lo que hacían. De nuevo tuvieron cambio de bajista, Colin Wilson sustituyó a Peter Whitely, al no poder viajar este último a Londres. Los cinco miembros de la banda, además de los veteranos roadies Richard Guest y “Bear” Sutton, llegaron a Londres el 8 de agosto de 1993. A su llegada, la aduana británica les confiscó todo su equipo, las cosas parecían que comenzaban mal, pero tras los trámites y gestiones oportunas llegaron justo al show previsto para el día 13 de agosto. En ese momento la banda cambió su nombre al de “The Australian Pink Floyd Show”’.

En la convención que se hizo en Londres, presentaron un espectáculo de tres horas gratamente recordado. Glenn Povey estaba tan entusiasmado, que comenzó a contratar más shows para la banda y continuaría haciéndolo durante tres años. 1993 había sido un año increíble, pero el año finalizó con la marcha del miembro fundador Lee Smith y también de «Bear» Sutton.

Durante 1994 la audiencia de la banda siguió creciendo, no sólo en el Reino Unido, sino también en Europa. Luego, en septiembre de ese año, llegó un espectáculo que lo cambió todo. David Gilmour visitó a la banda detrás del escenario después de un show en Croydon, señalando que nunca había tenido la oportunidad de ver actuar a Pink Floyd. Se sintieron muy alagados y posaron con él en fotografías. David Gilmour invitó a la banda a actuar en la fiesta de Pink Floyd que marcó el final de su gira “Division Bell”. Debido al toque de queda en el lugar, este plan esta actuación no tuvo lugar. Sin embargo, David Gilmour pidió a la banda que actuara con un set cuidadosamente seleccionado en un evento por su 50 cumpleaños.

El show australiano de Pink Floyd encabezó el cartel de esa gran fiesta, interpretando Pink Floyd ante los propios miembros de Pink Floyd y otras estrellas. Hacia el final de la actuación, el bajista de Pink Floyd, Guy Pratt, se unió a la banda en el escenario junto con Rick Wright para interpretar «Comfortably Numb». A esto le siguieron David Gilmour, Gary Wallis, Tim Renwick y Claudia Fontaine, junto con Guy y Rick, interpretando varias versiones editadas de canciones de Floyd, incluidas “Money” y “What Do You Want From Me”. Fue un final increíble para una noche increíble.

Todo esto dotó a la banda de un mayor impulso para seguir adelante, con el reto de ofrecer espectáculos increíbles para sus fans. En 1997, la banda realizó un espectáculo en el Battersea Power Station, el edificio icónico conocido por todos los fans de Pink Floyd como la portada del álbum «Animals y la escena del famoso cerdo volador. La imagen similar de un canguro volador del Australian Pink Floyd Show se había utilizado para promocionar a la banda desde los primeros días.

En 1998 Grant Ross decidió regresar a Australia, al igual que Richard Guest. Aunque las pérdidas se sentirían profundamente, la banda se reagrupó y el chico de Salford, Paul Bonney, y sus dos baterías fueron bienvenidos al espectáculo. El calendario de giras de la banda continuó en una trayectoria ascendente durante los siguientes cuatro años, la banda se hizo más estrecha y los lugares se hicieron más grandes.

En 2003, la banda se planteó un dilema, si seguir con el mismo espectáculo o dar un paso más adelante. Decidieron ser más ambiciosos, aprovechando el 30º aniversario del histórico “The Dark Side Of The Moon” para interpretar este álbum en su totalidad. Agregaron coristas y saxofón a la formación y se crearon animaciones nuevas y mejoradas para la gira. La banda realizó la gira “TDSOTM” a lo largo de 2003 y principios de 2004, llevando todo el espectáculo a Norteamérica para su primera gira completa y continuando en Europa. En todos los lugares donde tocó la banda recibieron críticas increíbles. De la gira se grabó un DVD del espectáculo en Liverpool dentro de los eventos “Summer Pops”.

El 30º aniversario del legendario álbum “Wish You Were Here” se celebró en 2005 y estuvo marcado por una serie de fechas en el Reino Unido, una gira por Sudamérica y un espectáculo en Malta que atrajo a 10.000 fans, convirtiéndose en el concierto de pago con mayor asistencia en el país. Los ‘Summer Pops’ anuales de Liverpool en julio de 2005 sirvieron para que la banda interpretara y grabara “Wish You Were Here” y, la noche siguiente, interpretaron “Animals” en su totalidad por primera vez. A finales de 2005, regresaron a Norteamérica para una gira de 35 fechas.

En 2008, celebraron su vigésimo año mientras los espectáculos seguían funcionando. Las giras continuaron extendiéndose, las audiencias aumentaron y los lugares se hicieron más grandes, con la banda tocando en Wembley Arena por primera vez en 2009, y en el O2 Arena de Londres en 2010.

En los espectáculos de 2011 estrenaron algunas proyecciones y contaron con David Domminney Fowler y las coristas Emily Lynn, Lara Smile y Lorelei McBroom. Lorelei fue una de las coristas que actuó en el “Delicate Sound of Thunder Tour” de Pink Floyd. Ese mismo año, Guy Pratt hizo una aparición especial con la banda en el Palacio de Hampton Court.

Los siguientes 3 años vieron a la banda actuar en los principales festivales de rock europeos y produjeron 3 DVDs de sus shows. En 2013, se celebró el 40 aniversario de “The Dark Side Of The Moon” con un nuevo tributo al álbum clásico, con llenos en sus conciertos y sus primeros conciertos en Rusia.

El objetivo de The Australian Pink Floyd Show es intentar sorprender a la audiencia, con un espectáculo asombroso, para que conecten con la música que aman , la música de Pink Floyd.

Tenemos la suerte de que los australianos han incluido nuestro país en la gira que van a realizar durante 2024, que comienza el próximo 4 de febrero en Lille, concluyendo el 4 de diciembre en Belfast, visitando países como Francia, España, Siuza, Alemania, Polonia, Estados Unidos, Canada. Reino Unido o Irlanda.

Los dos eventos que van a realizar en España son:

El 21 de febrero de 2024 en Barcelona en la Sala Razzmatazz.
El 22 de febrero de 2924 en Madrid en Live Las Ventas.

Para las entradas este es el enlace https://www.ticketmaster.es/event/the-australian-pink-floyd-show-entradas/36635

Si te gusta Pink Floyd no puedes perderte el espectáculo del mejor tributo a la icónica banda británica.

Toni Marchante